Cómo afectan a nuestra piel las distintas radiaciones

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Nuestra piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo y la primera barrera frente a las agresiones externas. Debemos tomar mucha conciencia sobre este órgano, ya que se encuentra continuamente expuesto a distintos tipos de radiaciones que pueden alterar la estructura, acelerar su envejecimiento e incluso aumentar el riesgo de enfermedades cutáneas que pueden ser muy graves como el cáncer de piel.

En este artículo desde Onlyfarma queremos explorar cuáles son estas radiaciones, cómo afectan a la piel y qué podemos hacer para protegernos de forma correcta.

Tipos de radiación que afectan a la piel

Las principales fuentes de radiación que inciden sobre nuestra piel son:

radiaciones-tipos

Radiación ultravioleta A (UVA)

La gran parte de radiación ultravioleta que llega a la tierra durante todo el año son los rayos UVA. Estas radiaciones penetran en capas profundas de la piel, pudiendo llegar hasta la dermis y es la responsable de un envejecimiento prematuro.

A corto plazo, estas radiaciones dañan el colágeno y la elastina, alteran el sistema inmunitario y pueden provocar alergias solares.

A largo plazo, son responsables del fotoenvejecimiento cutáneo y la aparición del cáncer de piel (hasta el 35% de los casos se atribuye a este tipo de rayos). El nivel de radiación UVA es muy importante durante todo el año.

La exposición prolongada a los rayos UVA puede hacer que aparezcan antes las manchas oscuras (léntigos solares), la flacidez, las arrugas y otros signos de la edad.

Este tipo de radiaciones son capaces de atravesar las nubes y los cristales, por lo que esta radiación(el 95 % de las radiaciones ultravioletas q recibimos en la tierra) puede ser igual de peligrosa los días soleados que los días nublados. Un ejemplo del daño de esta radiación a lo largo del tiempo es la siguiente imagen.

daño-UVA

En la imagen se observa como el lado izquierdo está afectado de un mayor envejecimiento cutáneo que el lado derecho. Esto se debe a que esta persona era camionero y recibió mucha radiación en el lado izquierdo al ir conduciendo su camión durante largas horas al cabo de los años.

Radiación ultravioleta B

Este tipo de radiación tiene menor poder de penetración en nuestra piel y actúa más en la superficie. Sin embargo se trata de una radiación con un alto poder energético, por lo que puede afectarnos de manera importante en nuestra piel.

Debido a ese poder energético tan elevado, si nos exponemos a esta radiación sin protección, podemos sufrir una quemadura solar y en el peor de los casos un daño en el ADN de nuestras células epiteliales pudiendo llegar a desencadenar un cáncer de piel.

Este tipo de radiación (UVB) es la responsable del bronceado de verano y afortunadamente esta radiación no atraviesa cristales ni nubes por lo que se puede evitar más aunque podemos exponernos a ella todo el año también.

Radiación ultravioleta C

Este tipo de radiación es la más peligrosa porque es la más energética.

Afortunadamente, esta radiación no llega a la superficie terrestre gracias a que no atraviesa la capa de ozono. Por ello, debemos tener mucha conciencia de lo importante que es el medio ambiente y evitar que nuestra capa de ozono se deteriore.

Radiación Infrarroja

Esta radiación es la que nos aporta calor. Pero también está relacionada con afectar a nuestra piel ya que produce inflamación y aumento del estrés oxidativo.

Luz Visible

Esta radiación es emitida por el sol y dispositivos electrónicos. Su implicación en la hiperpigmentación y el envejecimiento cutáneo está siendo cada vez más estudiada y es muy importante que no pase desapercibida y protegernos también de su exposición.

¿Cómo afectan estas radiaciones a nuestra piel?

La exposición repetida o intensa a estas radiaciones puede producir:

      • Fotoenvejecimiento: Arrugas, pérdida de elasticidad, manchas solares y tono apagado.
      • Daño celular: Alteraciones en el ADN que favorecen la aparición de cáncer de piel.
      • Inflamación crónica: Activación del sistema inmune que genera enrojecimiento o sensibilidad, alergias solares
      • Deshidratación y pérdida de barrera cutánea: Mayor pérdida de agua transepidérmica.

En pieles sensibles, reactivas o con patologías como rosácea, dermatitis o melasma, los efectos pueden ser más intensos y visibles.

Cómo proteger la piel de las radiaciones

La fotoprotección no debe limitarse al verano ni a la playa. Algunas recomendaciones clave son:

      • Aplicar protector solar de amplio espectro (UVA/UVB) todos los días, incluso en días nublados.
      • Renovar la aplicación cada 2 horas o después de sudar o nadar.
      • Usar fotoprotectores con antioxidantes que combatan el daño oxidativo (vitamina E, C, niacinamida).
      • Complementar con fotoprotección oral en pieles con tendencia a manchas o tras tratamientos dermatológicos.
      • Proteger también con ropa, gafas de sol y sombreros.

¿La luz azul de las pantallas también daña la piel?

Sí, aunque en menor medida que el sol, la luz azul (HEV) emitida por móviles, ordenadores y tablets puede provocar envejecimiento prematuro e hiperpigmentación, especialmente en personas con pieles más oscuras o propensas a manchas2.

Por eso, algunos productos cosméticos actuales incluyen filtros anti-luz azul. En nuestra parafarmacia online les ofrecemos los siguientes protectores solares con amplio espectro que aportan protección tanto frente a UVA, UVB, Infrarrojo y luz azul.

Mitos comunes sobre la exposición solar y la radiación

Examinamos algunas de las frases comunes que oímos en nuestro día a día respecto a la exposición solar, y que es importante aclarar para no llevar a equivocaciones:

      • “Si está nublado no me quemo”: Falso. Hasta el 80% de la radiación UV atraviesa las nubes por lo que además de quemarnos, podemos sufrir otros efectos negativos en nuestra piel como el fotoenvejecimiento o el cáncer de piel.
      • “La luz del sol en interiores no afecta”: Falso. UVA y luz azul pueden penetrar ventanas.
      • “El maquillaje con SPF me protege lo suficiente”: Falso. No sustituye al protector solar, puede ser el complemento ideal para poder aumentar la protección pero se recomienda usar fotoprotección y maquillaje encima si se precisa.
      • “Con una sola aplicación de fotoprotector es suficiente”: Falso. Se debe reaplicar cada 2 horas o antes si se suda en exceso o si se ha dado un baño y se ha frotado con la toalla después para secarse (pues en estos casos la protección se puede haber perdido y hace falta reaplicarla).

La radiación solar y artificial puede tener un impacto profundo en la salud y apariencia de nuestra piel. Entender los distintos tipos de radiación y cómo nos afectan es el primer paso para protegernos de forma eficaz.

Desde Onlyfarma, te animamos a incorporar tu fotoprotector solar como último paso en tu rutina diraria durante todo el año, y a consultar con tu farmacéutico sobre las mejores opciones según tu tipo de piel y estilo de vida.

En Onlyfarma esperamos que este artículo os haya sido útil, recordad que siempre estamos disponibles para resolver cualquier duda o pregunta acerca de las radiaciones del sol y ayudarte a elegir el fotoprotector más adecuado para ti, a través de nuestro whatsapp o teléfono, estaremos encantados de atenderte.

Fuentes de información:

1 NCBI - Effects of UV and visible light on the skin.

2 American Academy of Dermatology - Blue li

ESCRITO POR:

maría suárez farmacéutica

Licenciada en Farmacia por la Universidad Complutense de Madrid.

Colegiada número 21421 del Colegio Farmacéutico de Madrid.

SOBRE MI:

Licenciada en Farmacia desde Marzo 2014, desde el inicio de la carrera he sentido atracción por la atención farmacéutica y ofrecer un trato personalizado al paciente. Asisto regularmente a cursos y formaciones organizados por el COFM, CSIF y la plataforma Mi Farma Formación para estar al día en las últimas tendencias y avances.

Desde el año 2019 formo parte del equipo de Onlyfarma y puedes encontrarme atendiendo a nuestros pacientes en la oficina de farmacia en la Calle Campiña 12 de Madrid.

Estoy entusiasmada por poder ofrecer información y consejos en nuestro blog a pacientes que quieran alcanzar un estilo de vida más saludable, o simplemente conocer más sobre algún tema relacionado con la salud.

Además de mi formación general en farmacia, he desarrollado una especialización en dermofarmacia. Me encanta trabajar con pacientes que tienen problemas de piel y ayudarlos a encontrar soluciones eficaces y seguras para sus necesidades. He estudiado en profundidad los productos y tratamientos y cómo pueden afectar a diferentes tipos de piel. Me siento altamente capacitada para ayudar a mis pacientes a encontrar los productos y rutinas adecuadas para sus problemas dermatológicos y trabajar con ellos para lograr los resultados deseados.

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